12/8/12

El iCar de Apple

Apple se ha visto obligada legalmente a revelar secretos empresariales, algunos vinculados con sus finanzas y otros con sus proyectos, por el litigio que enfrenta con Samsung por la disputa en torno a patentes vinculadas con el iPhone.
Entre los datos más impactantes dados a conocer por su director de Marketing, Phil Schiller, se encuentran la confirmación de los rumores de que la firma de la manzana insistirá con los viejos planes de aterrizar en el mercado automovilístico, según informó el diario El Cronista de Argentina.

Los planes habrían sido el sueño de su fundador recientemente fallecido Steve Jobs. Y según Mickey Drexler, miembro del consejo de administración de Apple, de haberse convertido en realidad en su momento, hubiera copado hasta el 50% del mercado” automovilístico.

El iCar
El iCar, denominado por algunos como el 'primer coche de Steve Jobs', nació en 2007 fruto de la colaboración de los gigantes Apple -tecnológico- y Volkswagen -automovilístico-. Con una moderna imagen de líneas limpias, nunca no llegó a hacerse realidad. Sin embargo, y según ha confirmado recientemente Mickey Drexler, miembro del consejo de administración de Apple, Jobs tenía entre sus proyectos desarrollar un automóvil fiel al diseño de la compañía de la manzana.
"Mira la industria del automóvil, es una tragedia en Estados Unidos ¿Quién está diseñando los coches?", ha preguntado el directivo americano, antes de confirmar que "el sueño de Steve (Jobs) antes de morir era diseñar un iCar". No obstante, Drexler ha señalado que el difunto Jobs no tuvo tiempo para hacer ese proyecto que, a su juicio, de haberse convertido en realidad hubiera copado "probablemente el 50 por ciento del mercado" automovilístico.
Ahora, impulsados por el buen desempeño de sus dispositivos, los ingenieros de Apple estarían listos para desarrollar el automóvil, con fecha de lanzamiento posible en 2015.
Entre los posibles avances que podrían beneficiar a un conductor y los acompañantes de un iCar se encuentran además de la obvia Mac de abordo, el asistente de voz Siri, lanzado junto con el iPhone 4 y que es capaz de contestar todo tipo de preguntas y ejecutar tareas sin necesidad de utilizar un teclado.
En tanto, la información necesaria, por ejemplo, como la velocidad, kilómetros, revisiones, fluidos, destino, mapas, etc, aparecerá proyectada en el parabrisas. Y en relación a la seguridad vial, una cámara seguirá los gestos del conductor para captar síntomas de cansancio.
Además, los espejos exteriores serán cámaras con imágenes sin ángulo muerto; y muchas de las funciones se controlarán con un pequeño joystick en el volante y en la zona central, y la carrocería estaría fabricada con materiales especiales.



El auto del futuro
Año 2015, la noche de un día de enero ha sido fría. El coche de Apple ha dormido en la calle, y necesito saber cuál es la situación: ¿seguirá viva la batería? ¿Cuánta gasolina hay en el depósito? Antes de salir 'pitando a una reunión', quiero calentar mi vehículo. Tecleo un código en mi móvil desde casa y mi coche del futuro me responde. Mis dudas se despejan: la batería está bien, quedan 17 litros en el depósito y la calefacción está en marcha.
El futuro del automóvil se presenta fascinante. A los sistemas de propulsión del mañana aún le quedan unos años para madurar, pero ya podemos echar un vistazo a cómo podrán ser los habitáculos: interiores con soluciones ingeniosas, múltiples sistemas de ayuda a la conducción y tecnología, mucha tecnología. La oferta empieza a ser variada desde hace unos años: junto al iCar de Steve Jobs (Apple) y Volkswagen que se creó en su día, nacieron otras propuestas de las empresas americanas Visteon y Delphi que reinventan los mandos con ideas muy ingeniosas.
De vuelta al futuro, me siento en coche y lo enciendo con el móvil. Previamente, una cámara en el interior del habitáculo ha comprobado los rasgos de mi cara para verificar que soy el propietario. Frente a mis ojos se ilumina una pantalla que muestra un gran tacómetro y el cuentarrevoluciones. Luces LED recorren el techo, las puertas y los pilares. Con un pequeño 'joystick', a la derecha del volante, selecciono un mapa del navegador en 3D enorme, reduzco el tacómetro y cambio la luz interior a color azul. Así está mucho mejor.
Arranco mi coche del futuro, sitúo la palanca de cambios en posición 'D' y acelero con cuidado mientras suelto el volante. Mi vehículo sale él solito de la plaza de aparcamiento, se detiene un momento para dejar pasar otro y se incorpora al tráfico. Ya sólo me queda ocuparme del volante, acelerar y frenar sucede de forma automática y con mucha prudencia. Unas cámaras en estéreo y unos sensores de radar observan el tráfico y no dejan un hueco de mi entorno sin vigilar. Si tratara de realizar un cambio de carril peligroso, me avisaría una señal acústica de alarma.

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