Febrero ha sido la fecha elegida por Honda para comenzar la comercialización del nuevo CR-Z MY2013. No es que reciba cambios estéticos de gran importancia, pero ahora presume de un motor híbrido con más potencia que permite mejorar el nivel de prestaciones sin que los consumos se vean perjudicados.
Aprovechando la presentación del nuevo Civic 1.6 i-DTEC con 120 CV, Honda puso a disposición de la prensa varias unidades del renovado CR-Z para poder realizar una pequeña toma de contacto por los alrededores de Niza. No hubo mucha oportunidad de exprimir el motor para sacar conclusiones sobre el aumento de potencia, pero sí pude percibir una mejora notable en el agrado de uso, con un bajo régimen más poderoso incluso en modo normal que en la versión a la que sustituye.
El CR-Z es un modelo realmente completo e interesante para aquellos que quieran diferenciarse del resto. Con los descuentos aplicados siempre ha presumido de una relación precio-equipamiento muy atractiva y, aunque por el momento no se han fijado las tarifas para la versión 2013, en Honda prometen mantener las cifras en números parecidos.
Para encontrar algún rival de corte similar deberemos poner los ojos en los Suzuki Swift Sport y Abarh 500. Ambos son más tradicionales en cuanto a concepto con sus carrocerías de tres puertas, pero todos tienen en común motores que rondan los 130-140 CV, cierto tacto deportivo y unas plazas traseras orientadas a un uso más ocasional que habitual.
Pequeños cambios pero acertados
Si no eres un gran seguidor del modelo, al primer vistazo te costará encontrar los cambios introducidos en la nueva gama. Fijándote bien podrás observar la nueva parrilla delantera, un paragolpes posterior con difusor completamente actualizado y llantas de aleación de nueva factura. Además llegan dos nuevos tonos a la paleta de colores: "Aurora Violet" y "Energetic Yellow", este último el que tenía la unidad testada.
En el interior tanto el diseño como la disposición de todos los mandos se mantienen respecto al modelo anterior, pero aparecen nuevos tapizados y detalles decorativos que tratan de añadir un toque más pintón y atractivo. Hay algunos detalles que llaman la atención como que el tapizado en piel sólo recubra los asientos delanteros, dejando a los posteriores con la tela tradicional. No es una solución muy habitual y lo cierto es que resta puntos a un habitáculo muy bien terminado y con materiales de calidad.
A sus mandos hay que tomarse un breve periodo de tiempo para adaptarse a la ergonomía. Localizar los principales botones no es complicado, pero al estar un orden "desordenado", no siempre se encuentran al primer vistazo. Una vez localizado lo esencial, resulta hasta intuitivo y sólo el navegador requiere periodo de adaptación superior.
El sistema de climatización automática, con una sola zona, resulta suficiente para calentar el pequeño habitáculo del CR-Z. Además los mandos están bien situados y quedan a una altura excelente, evitando tener que retirar la vista de la carretera. La instrumentación presume de un diseño futurista y algo complicado de leer en los primeros minutos, pero no es que esté mal presentado sino que ofrece tanta cantidad de información que cuesta asimilarla. Tres minutos después estará todo bajo control.
Me han gustado mucho los asientos delanteros por la excelente sujeción lateral y el mullido no excesivamente duro. La postura al volante, bastante baja, mejora la sensación de deportividad. Quizás los menos agiles encuentren en esto un punto a mejorar (sobre todo para salir del habitáculo), pero es que hablamos de un coupé de altura reducida. En cualquier caso, no es tan incomodo como el Smart Roadster o el Mazda MX-5.
En las plazas posteriores no he podido ni meterme. Con 1,84 metros de altura no había espacio ni para las rodillas ni para la cabeza, aunque si hay una anchura más que correcta. Lo habitual será que estas plazas sean utilizadas por niños. Lo que sí está en niveles muy buenos es el maletero y cabe perfectamente el equipaje de dos adultos para un fin de semana o unas mini-vacaciones. El punto negativo lo pone un borde de carga elevado, pero es el peaje a pagar por un diseño tan innovador.
En general el CR-Z convence en todo lo relativo a su interior siempre y cuando se tenga muy presente que se trata de un coupé. No se puede esperar la versatilidad de un polivalente pero para dos adultos resulta incluso más práctico gracias a su buena capacidad de carga.
Motor
La mecánica del CR-Z combina un motor de combustión de 1,5 litros, tecnología V-TEC y 121 CV de potencia con otro eléctrico de 20 CV. Ambos han incrementado su potencia en relación al modelo anterior y el total del conjunto ahora se va hasta los 137 CV, es decir, 13 CV más que antes. Otro cambio interesante en esta nueva gama está en la batería. Se ha sustituido la anterior de níquel e hidruro metálico por otra de iones de litio con superior densidad energética.
En cuanto al nivel de prestaciones, el CR-Z mantiene la velocidad máxima en los 200 km/h pero reduce la aceleración de 0 a 100 km/h en casi un segundo hasta quedarse en los 9,0 segundos. El consumo se mantiene invariado con una cifra media de 5,0 L/100. Acompañado del sistema Stop&Start, es un coche bastante económico a pesar de no contar con un modo de funcionamiento totalmente eléctrico disponible a elección del conductor (no existe un botón EV).
Además de los programas de conducción ECO, Normal y Sport ya conocidos, en Honda han añadido un cuarto modo denominado Sport Plus y que por unos instantes aumenta la entrega de potencia. Son sólo 10 segundos pero consigue impulsar con mucha energía al CR-Z y es realmente útil para realizar adelantamientos. Este modo sólo se puede accionar desde un botón en el propio volante, dejando los otros tres en un lugar específico en la parte izquierda del salpicadero.
Lo que más me ha gustado del CR-Z es la suavidad de su motor de combustión, muy silencioso y sin apenas vibraciones. Hay ocasiones en las que cuesta saber si está arrancado. Y esto es extensible al excelente sistema Stop&Start, muy rápido en su funcionamiento y especialmente agradable. De no ser por un indicador en la instrumentación no sabrías si está funcionando.
Comportamiento
En esta breve toma de contacto no ha habido ocasión de hacer demasiados kilómetros así que hablar del comportamiento resulta complicado. Sí puedo asegurar que en ciudad resulta agradable por la enorme suavidad de su motor mientras que tanto el tacto de la dirección como el del cambio destacan por su rapidez y brillante puesta a punto. En modo "ECO" la gestión electrónica hace que la repuesta del motor sea pobre, algo nada problemático en ciudad pero que obliga a pasar al modo "normal" si queremos una pizca de energía. En modo Sport se nota la mayor inmediatez al acelerador, haciendo que las prestaciones estén en la línea con lo que se espera de sus 137 CV.
Poco más puedo contarte de la experiencia al volante de este mejorado CR-Z. Más adelante tendremos la oportunidad de probarlo más a fondo y comprobar si verdaderamente las mejoras son perceptibles (13 CV más).
Conclusión
Para conocer los precios recomendados y el listado de equipamiento para el mercado español hay que esperar todavía unos días. La nueva familia CR-Z estará disponible a mediados de febrero con una relación valor-precio excelente gracias a las promociones.
El modelo actual está a la venta desde 16.900 € así que la gama 2013 no debería alejarse demasiado de esa tarifa, incluyendo una rica dotación en la que no faltarán el climatizador automático. ordenador de viaje, equipo de sonido, las llantas de aleación o el paquete eléctrico completo.
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